Lo único seguro, en esta vida, es el cambio. Y es, según mi experiencia personal, la resistencia a permanecer inamovibles, cómodos y aburridos, la mejor oportunidad que tiene el universo para ponerte en frente a la ansiedad.
Queremos ejercer control sobre todo, nuestro futuro, las personas que nos rodean, las situaciones que diariamente enfrentamos, y hasta aquellas que fuera de nuestras capacidades, ocurren en el mundo. Sobre la naturaleza misma, los desastres naturales y hasta sobre el final de nuestra existencia. Es esta, la única forma de permanecer “tranquilos” que hemos encontrado, aunque no creo que nos funcione muy bien.
Sin irnos a los extremos. El equilibrio entre: el control y la confianza que todo va a estar bien, me parece la relación más sana con nuestro presente. Comprender, en verdad, sentarnos a pensar: de esto que me está atormentando, ¿hay algo que pueda hacer para solucionarlo? Hacer lo que podemos, y contentarnos con ello. Porque estoy segura que si tanto nos preocupa, pondremos lo mejor de nosotros, con los recursos y las condiciones que tengamos en el momento, para resolver el problema.
No obstante, podríamos practicar y aprender que la vida nos protege, o Dios, el universo. Confiar que si durante los “x” años que estamos en este mundo, hemos logrado llegar hasta aquí (y si estás leyendo esto quiere decir que estas vivo) entonces aprender a aceptar, que aunque hayan y seguro habrán problemas en tu día a día, estarás bien. No tienes que desvivirte por controlar todo, tal vez es momento de disfrutar poco a poco, sin ninguna otra necesidad más que de respirar. ¿Cuántos años más vas esperar que pasen para empezar a disfrutar el ahora? ♥